La mayoría de aspiraciones y buenas intenciones se quedan en eso: aspiraciones y sueños.
Se tornan realidad cuando te las tomas lo suficiente en serio. Y te estableces metas.
Eso te da dirección, propósito y una hoja de ruta clara para seguir.
Pero, ponerse metas y seguirlas aún puede ser difícil.
Es tentador caer en la rutina vieja y perder de vista lo que de verdad anhelas lograr.
Establecerte metas no sólo se trata de escribir una lista de cosas esporádicas que te gustaría tener: carro nuevo, nueva posición en el trabajo, etc.
Esta puede ser una de las razones por las que Enero es un mes en donde las suscripciones de gimnasio incrementan significativamente.
Una razón común por la que a lo mejor te está costando alcanzar los objetivos que estableces: cuando piensas en aquello que quieres lograr, lo primero que piensas es en todas las cosas que deberías comenzar a hacer.
En todo lo que tienes que añadir a tu vida para convertirte en el tipo de persona que hace X,Y,Z.
Pero, ¿qué tal si estás enfocando tu energía en el lugar equivocado?
¿Qué tal si es menos acerca de lo que necesitas sumar y es más acerca de lo que necesitas restar?
Bob Sutton, un consultor organizacional en pensamiento creativo, propone una dinámica para las personas y compañías enfrentando estancamiento que consiste en hacerse las siguientes preguntas:
Qué fue útil antes que ahora ya no lo es?
¿Qué cosa está añadiendo fricción innecesaria?
¿Cuáles son las cosas que están causando que tu atención esté distraída?
Después de eso, identifica aquellos elementos que están listos para ser removidos.
A nivel personal, debes identificar cuáles son aquellas creencias, conductas, acciones y/o relaciones que continuamente te están saboteando.
El escritor Robert Goff afirma que él ha desarrollado la costumbre de renunciar a algo todos los días jueves. Lo que sea.
Alguna suscripción de servicio online, revista, periódico o algún club en el que se encuentra metido.
La pregunta que necesitas hacerte continuamente es: ¿a qué tengo que renunciar antes de agregar?
En tu iglesia o ministerio actual, ¿cuáles son aquellas prácticas o estrategias que en algún momento funcionaron para alcanzar a más personas pero que ahora la energía tiene que ser manufacturada para seguirlas haciendo?
Si estás dirigiendo una negocio y tienes en tu mente un número específico de ventas al que aspiras lograr este año, en lugar de pensar en las cosas nuevas que debes comenzar a hacer, ¿por qué inicias primero pensando en cuáles son los procesos, métodos, productos y/o servicios a los que debes renunciar de una vez por todas?
En ocasiones, menos es más. Y concerniente a alcanzar tus metas, es posible que primero tengas que pensar en restar antes de sumar.
Cuando estés listo(a) así es como puedo seguirte ayudando:
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